Los principios que marcan nuestra línea de actuación en todo momento, son:
Ofrecerles mucho cariño y juego para que sean felices.
Respetar la individualidad, sabemos que cada niño es único y debemos potenciar sus fortalezas y reforzar sus debilidades.
Favorecer la «mente esponja», concepto clave en el método pedagógico desarrollado por la pedagoga y médico italiana María Montessori.
Despertar la inteligencia emocional, que sean capaces de comprender y canalizar los sentimientos y, más tarde, los de los demás, para desarrollarse plenamente como personas. Para ello ofrecemos comunicación y cariño a raudales.
Fomentar la interiorización de valores y normas de educación para integrarse en la sociedad en que convivimos.
Inculcar la importancia del esfuerzo y la responsabilidad para alcanzar todas sus metas, tolerando la frustación ante las adversidades que nos plantea la vida.
Potenciar capacidades concretas como la atención, la concentración o la memoria a través del teatro.
Transmitir ilusión y motivación a través de actividades novedosas que se renuevan y adaptan sus intereses y necesidades, fomentando así un aprendizaje significativo.